Para la Policía no hay dudas: alguien que lo conoce bien lo entregó. La hipótesis policial se basa en que fueron a eso, a buscar plata. Y la encontraron.

Hubo una amenaza a punta de arma y algunos golpes de entrada para desarmar cualquier intento de resistencia por parte del trabajador. Con él estaba su pareja y ambos vivieron una noche de terror por culpa de esos encapuchados armados que los sorprendieron en la noche del lunes en su vivienda de Santa Lucía.

El atraco duró varios minutos y luego la banda escapó con lo que había ido a buscar: alrededor de 700.000 pesos en efectivo. Pero eso no fue todo, ya que también se llevaron celulares, calzado y varias prendas de vestir, precisaron fuentes policiales a este diario.

Ese feroz ataque armado ocurrió alrededor de las 22.15 y duró aproximadamente 15 minutos, revelaron en la fuerza a este medio.

La víctima de ese asalto fue identificado en la Policía como Julián Alejandro Garri, un joven de 27 años que trabaja como preventista para una distribuidora.

Con respecto a la función que desempeña la víctima como parte de esa empresa, un jefe policial contó que Garri compra las bebidas y las revende en distintos comercios del interior de la provincia. Luego ese dinero lo rinde al dueño de la distribuidora.

Al parecer, el joven tenía en su domicilio del barrio Rural I esos 700.000 pesos que debía rendirle a su patrón, pero no llegó a entregar ese dinero.

Anoche, el trabajador y su pareja estaban en esa vivienda de calle Santa María de Oro y dejaron la puerta principal abierta, según datos policiales.

Esa fue la entrada que usaron cuatro sujetos encapuchados y armados para colarse al interior. Cuando tuvieron a tiro a Garri, le dieron unos golpes y lo encañonaron. A su novia también la amenazaron.

Fuente Telesol