CUANDO EL RÍO SUENA

Hace unos días, un ciudadano, se hartó de ser engañado, de rogar por su paga, bien ganada, porque su servicio lo prestó y lo engañaron. 

Lo usaron, le quitaron el pan a sus hijos. Utilizaron su necesidad de trabajo, para engordar un bolsillo ajeno o al menos, quedarse sin pagarle sus servicios.

Y no le quedó otra medida que denunciar a la justicia ese hecho.

Una denuncia que pone sobre el tapete, que el otrora candidato a Intendente de Cambia San Juan, no estaba equivocado.

En aquel momento, el ciudadano aspirante al sillón de Pedro Pablo de Quiroga, denunció que había una ley que estaba y estuvo siendo violada. 

Que un contrato celebrado entre el Municipio y una empresa privada, no correspondía. 

Es decir, que la relación comercial, que las facturaciones y los pagos realizados, no se ajustaban a derecho.

Pues, el contrato en cuestión, era nulo de nulidad absoluta.

La Municipalidad de Valle Fértil, en ese entonces manejada por el hoy diputado en servicio, había celebrado un acto administrativo, para obtener servicios de una empresa cuya vinculación directa era y es, con una empleada y funcionaria de la propia municipalidad.

Lo que no se denunció en aquel momento, es lo que ahora sale a la luz, que de ese contrato reñido con la ley, avalado por el tribunal de cuentas y apañado por ciertos fiscales, hoy tendría coletazos reales, precisos, con confesiones de parte, que relevan cualquier prueba.

Si leemos rápidamente, el ciudadano en su presentación, ratifica la denuncia del ex candidato de Cambia San Juan y amplía la misma, agregando pruebas concretas, no debería extrañar que el Fiscal Riveros, proceda inmediatamente allanando la Municipalidad, imputando la conducta delictiva de varios ex funcionarios y posiblemente, complicando a la actual Secretaria de Hacienda, pues fue quien avaló y realizó los pagos y ratificó la vinculación del ex intendente, la ex secretaria y ella misma, con la decisión y demora de los pagos y ratificando la existencia de dicho contrato, ratificando como prueba, la primera denuncia de vinculación entre el Municipio y su empleada.

No quedan exentos, los señores Concejales del ex cuerpo legislativo, pues, ellos... ¿no cumplieron su rol de control? ¿Pues no impidieron dicha relación comercial?

El actual Intendente, del mismo palo del ex mandatario departamental, debería exigirle la renuncia a la actual Secretaria, pues en primera instancia, estaría resultando ser,  partícipe principal de la operación denunciada. 

Ya que ella, hizo promesas de pago que no se cumplieron con el denunciante y, (según grabaciones), lo hizo en nombre del ex mandatario, asegurando ser quien ordenaba y sabía lo que sucedía.

Complicada situación. 

Los rumores se volvieron noticia y las habladurías, que según el actual Diputado, crearon con necesidades políticas en su momento, hoy se volvieron realidades y resultaron ser verdades absolutas. 

Todos aquellos ciudadanos que lo votaron, también fueron estafados. Hoy, la bofetada moral la reciben sus seguidores y votantes.

Que pena, que la honestidad del entonces denunciante, no fue suficientemente premiado, por decir la verdad absoluta.

Si hay una buena investigación, no solo se deberían ver implicados la personas nombradas en la denuncia, sino también, el jefe de compras de ese entonces, el responsable del control interno, el tesorero y por supuesto, los ex concejales.

Una trama de una miniserie, que va por su segundo capítulo.

Habrá que ver, que trama desenreda la continuación de la misma. 

Hace tiempo que no llueve en Valle Fértil, pero el río sonaba fuerte y cuando el río suena, es porque agua trae.

La tempestad, se está armando, aquel candidato no elegido, tenía razón y de pronto, las pruebas lo avalan, las dudas deberían alertar al actual Intendente y el Diputado, debería renunciar y ponerse a disposición de la Justicia.

Pero no va a pasar, pues quizás... ¿la avaricia y soberbia "nubla" su visión?

Lautaro Costa