La precaución frente a los contagios no acaba cuando un paciente muere, ya que el virus Covid-19 puede seguir latente en los cuerpos. Por ello, el Ministerio de Salud de la provincia informó sobre el protocolo para el manejo de los cadáveres en el caso de personas infectadas con la enfermedad. Las autoridades son cautelosas y trabajan en un plan de emergencia en caso de que ocurra la peor desgracia.

“Es muy duro y los invito a pensar en estos números de muertos no como estadística, sino como seres humanos que tienen familia y gente que los quiere”, señaló la jefa de Epidemiología Mónica Jofré.

“Nosotros tenemos que calcular la cantidad de bolsas mortuorias mientras avanza esto y mientras tanto no puedo entender cómo hay gente inconsciente que no respeta la cuarentena“, dijo la profesional durante la conferencia de esta mañana.

“ES ALGO MUY DURO, PORQUE LA GENTE NO SE VA A PODER DESPEDIR DE SUS FAMILIARES”

“El paciente que fallece tendrá un tratamiento especial incluso la persona que lo tendrá que preparar y vestir”, acotó la jefa de Epidemiología.

El protocolo a nivel internacional indica que el cadáver “debe introducirse en una bolsa sanitaria estanca biodegradable”, en la misma habitación de aislamiento. La bolsa debe ser pulverizada con desinfectante.

Así, los familiares como lo destacó Mónica Jofré no podrán tener un adiós a ataúd abierto: la bolsa puede ser introducida en un féretro normal, pero no reabierta. Al mismo tiempo, para extremar las medidas de prevención no hay servicios en salas velatorias, es decir el cuerpo directamente va al cementerio sin ceremonia o acompañamiento. Otra de las alternativas es la cremación. 

Expertos en Salud de distintos países señalan que esta medida es necesaria para evitar que el contagio se propague. Los científicos aún no saben cuánto o cómo se contagia el virus una vez que la persona muere por lo que prefieren ser precavidos en este asunto.