Es un caso aberrante por donde se lo mire. Un papá sanjuanino, efectivo de la Policía, obligó a su hijo – menor de edad – a tener sexo. La Justicia lo encontró responsable de ese hecho y lo condenó a nueve años y ocho meses de prisión. Sin embargo, y en pleno cumplimento de la condena, el implicado A.A.G (NdR: se reserva la identidad debido al vínculo con la víctima) recibió una durísima sanción. La Policía de San Juan le informó que lo echó de las filas de la institución.

  La causa administrativa se inició a raíz del informe realizado por el jefe de sección de Seguridad Personal, dando cuenta que policías de esa dependencia procedieron a la detención en la vía pública del cabo primero por una causa iniciada por un delito contra la integridad sexual de un menor de edad. Aquí, tomó intervención el Tercer Juzgado Correccional.

  El 13 de julio de 2019 se puso en conocimiento que, por disposición del organismo judicial, procedieron al traslado del implicado al Servicio Penitenciario Provincial. El 5 de septiembre recayó el procesamiento contra el hombre y le otorgaron la prisión preventiva. Esto se agravó debido a que la víctima es su hijo. Los jueces determinaron que la violación tenía agravantes: por el vínculo y relación de parentesco.

 La Justicia falló en contra de A.A.G y lo encontró responsable de lo que se le acusaba. Las autoridades policiales calificaron de "grave" el accionar del implicado, ya que fue señalado como el autor de esos vejámenes. Por eso, en una resolución que se publicó en el Boletín Oficial se le aplicó la sanción expulsiva de la Fuerza. La misma lleva la firma del gobernador Sergio Uñac, del ministro de Gobierno, Alberto Hensel, y del secretario de Seguridad, Carlos Munisaga.

Fuente: TELESOL