Prácticamente un mes después se repitió la misma historia. El 14 de enero pasado, la Policía clausuró el local Sol Cirqa en Rivadavia cuando estaba todo dispuesto para un recital de la banda de cuarteto Q'Lokura, porque los organizadores habían excedido la cantidad de público y estaban incumpliendo las exigencias del distanciamiento social. Este 16 de febrero en la madrugada sucedió exactamente lo mismo.

La banda había alcanzado a brindar su primer show de la noche -reprogramado de aquella fecha frustrada- y cuando se preparaba para subir al escenario por segunda vez, la inspección fue implacable. Nuevamente se detectaron inconsistencias con la nueva normalidad. La clausura resultó inapelable.

En el exterior del boliche quedaron cientos de personas que esperaban su turno para ingresar, ya que tenían entrada para el segundo show de la noche. Nuevamente vieron frustradas sus expectativas, como en enero, solo que esta vez en el fin de semana largo de Carnaval.