Valle Fértil: "Casados vs. Solteros", una tradición que perdura en Baldes del Rosario

Este viernes 29 de diciembre, en la localidad de Baldes del Rosario se desarrolló una tradición que lleva ya muchos años en que se concreta, un partido de fútbol entre casados vs. solteros, y que no es otra cosa más que una fiesta futbolera en el pueblo.

Valle Fértil30/12/2023 CARLOS ROJAS
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Cada diciembre, antes de que fenezca el año, una tradición renace, y que lleva muchos años en Baldes del Rosario. Un partido de fútbol entre casados y solteros. 

En este encuentro puede participar cualquier habitante, incluso quienes no son de ahí, pero cuentan con familiares a los que visitan en esas fechas. El equipo se define de acuerdo con el estado civil. 

Y este año, se sumó otro encuentro, el de las mujeres. Previo al de los hombres. Todo un estreno 

En el equipo de los solteros generalmente están los jóvenes, cuya velocidad, dinámica y condición física suele ser la pieza clave y en la que basan sus esperanzas de triunfo.  En frente, están los no tan jóvenes, algunos incluso rebasan los 40 años y cuentan con una prominente "pancita". Pero en ellos reina la inteligencia para darse cuenta de que, en una cancha de futbol, no hay nadie más rápido que el balón.

En la mayoría de los casos, corren menos distancia y más lento que el rival, pero tienden a utilizar su experiencia en el juego para nivelar el partido. Tampoco falta el soltero que no es tan joven y el casado que decidió comprometerse antes de tiempo. Esto obviamente, también nivela las acciones. 

El partido es una fiesta dentro y fuera de la cancha. Entre los integrantes de los equipos suelen surgir apuestas. Es como un clásico del fútbol donde el orgullo está de por medio. Los solteros no quieren perder con un equipo al que rebasan considerablemente en estado físico y los casados no quieren verse superados por un puñado de jóvenes a los que suelen presumirles las grandes hazañas futboleras. 

Fuera de la cancha, se encuentran familias completas presenciando el partido. Son aficionados imparciales. Ellos llegan con conservadoras con bebidas para divertirse y apoyar a quienes se encuentran dentro del campo sudando la gota gorda. 

El resultado, importa. El orgullo no les permite darse el lujo de ser superados por los de enfrente. Pero, como en todo deporte, siempre existe un ganador y un perdedor que tendrá que aguantar las cargadas durante un año completo, hasta que, en el próximo diciembre, se vuelvan a ver las caras.

Luego del partido, llega el momento del relax. Hay risas, burlas, uno que otro enojo, pero todo bajo el mejor de los ambientes, porque no hay nada más hermoso que compartir y debatir con los amigos un partido de futbol. Sobre todo, cuando se fue protagonista de éste, ya sea jugando, alentando o acercando una cerveza a un amigo falto de hidratación. De ahí, viene la cena de fin de año. Donde todos se congregan para despedirlo. 

Así se vive una de las más antiguas tradiciones futboleras en los Baldes del Rosario. Una tarde de fiesta en donde todos los habitantes que se encuentran reunidos en la cancha de la localidad disfrutan de un buen ambiente. Quizá no con la pasión con la que viven un partido de su equipo favorito en la cancha o por televisión, pero si acompañados de familiares, vecinos y amigos, gozando del fútbol en su estado más puro.

Y lo mejor de todo, es que al final, siempre gana... ¡Baldes del Rosario!

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