Acusan a la jueza Makintach de encabezar un "negocio" con el documental que anuló el juicio

La polémica alrededor de la destituida jueza Julieta Makintach no deja de escalar. Ahora, la abogada penalista Silvina Fernández Rosarno solicitó formalmente que se investigue a fondo el proyecto del documental "Justicia Divina", que la magistrada impulsaba en paralelo al juicio por la muerte de Diego Maradona, y que provocó su remoción del cargo y la anulación del proceso judicial.

Según Fernández Rosarno, detrás del documental hay "un negocio enorme", en el que no solo estaría involucrada Makintach, sino también otros actores del Poder Judicial, tanto "hacia arriba como hacia abajo" de su estructura. "No seamos inocentes, esto no fue un simple error ni una cuestión de vanidad. Hay una decisión consciente basada en la codicia", aseguró en el programa "Tiempo de Policiales", de ATP Radio.

La letrada fue más allá: comparó la operatoria con una asociación ilícita, donde Makintach sería la jefa. "Un esquema así de aceitado no se arma de un día para otro. Hay conocimiento, conexiones y un modus operandi que probablemente ya se utilizó en otras oportunidades", disparó.

Además, acusó a los otros jueces del Tribunal Oral N°3 de San Isidro, Maximiliano Savarino y Verónica Di Tomasso, de estar al tanto de lo que ocurría: "No podían no saber. Estaban en una posición de control total. Que digan que eran ajenos es imposible".

Fernández Rosarno cuestionó también al procurador bonaerense Julio Conte Grand, señalando que no se estaría investigando el delito más grave: negociaciones incompatibles con la función pública, que tiene una pena de hasta seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos. "Ese delito engloba todos los demás y nadie lo está mencionando", advirtió.

Según la penalista, el objetivo de Makintach era lucrar personalmente con el documental: "Eligió dejar su carrera de jueza y profesora para dedicarse a ser productora. Pensó que lo que iba a ganar valía más que todo lo que perdía".

La abogada también cuestionó que, pese a su destitución, Makintach sigue cobrando su sueldo, ya que fue suspendida pero aún no enfrentó una causa penal formal. Y cerró con una dura reflexión: "El daño institucional y simbólico es enorme, sobre todo para el rol de la mujer en la Justicia. Lo que hizo genera vergüenza ajena".