Según datos de la Dirección de Desarrollo Pecuario, ahora a cargo de Guillermo Conturso, en San Juan hay unos 47.000 bovinos, de acuerdo a los datos del plan de vacunación del año pasado.

El 65% de ese ganado está en Valle Fértil, pero en su mayor parte se trata del llamado rodeo criollo que, por su genética, no es muy apetecible para el mercado sanjuanino, porque el consumidor prefiere buena carne.

Se está "gestando" un proyecto para construir una planta de faena, que impulsa el Municipio, con ayuda de la Nación, como así también se están implementando programas y planes, llámese Plan Toro, Plan 4x4, Plan Rotatorio, entre otros, para la mejora de la genética y del manejo. 

Aún dista bastante, para que Valle Fértil logre este objetivo. Y las razones son muchas. 

A pesar de lo realizado todavía quedan temáticas por abordar y productores a los cuales poder llegar. Algunos de estos temas son: formas organizativas (capacitaciones y acompañamiento en los procesos de organización), genética, manejo del bosque nativo con ganadería integrada, apotreramiento de campos y pastoreo rotativo. También desarrollo de ensayos que busquen aumentar la captación e infiltración del agua de lluvias por medio de terrazas en curvas de nivel y engorde a corral entre otros.

En San Juan se consumen unos 100 millones de kilos de carne al año y los vacunos vienen en su mayor parte de las provincias de Córdoba y La Pampa, a través de entre 600 a 800 viajes mensuales en camiones. Y San Juan sólo produce, al año, el equivalente al consumo de un mes, que oscila en los 8 millones de kilos. Una parte de esa hacienda se faena en la planta ubicada en Rawson.

Datos que no son menores

El consumo de carne en San Juan no ha logrado esquivar las consecuencias de los últimos acontecimientos: el paro del sector ganadero, un nuevo aumento de precio y el confinamiento conformaron un combo letal para la venta de este producto, que registró una caída de hasta el 35% en la provincia en los últimos 15 días, según aseguraron abastecedores y frigoríficos consultados.

El desplome en el consumo de mayo y los primeros días de junio es la causa principal que explica por qué no hubo desabastecimiento en las carnicerías locales pese a la medida de fuerza de los ruralistas, por la restricción en las exportaciones.