A las Sierras de Valle Fértil: se suma Aguas Verdes, la comunidad Huarpe, que accede por primera vez a la electricidad

En pleno 2025, y a 145 años de que Thomas Edison pusiera en marcha la primera central eléctrica en el mundo, en San Juan todavía hay familias que celebran la llegada de la luz como un milagro.

Y no es metáfora: este martes se confirmó que 13 familias de Sierras de Elizondo, en el departamento de Valle Fértil, junto a dos escuelas albergue, tendrán acceso por primera vez al sistema eléctrico provincial. Lo mismo sucede con la comunidad huarpe de Aguas Verdes, en Sarmiento.

 El anuncio fue realizado por José María Ginestar, director de Recursos Energéticos de la provincia, quien detalló que este avance responde a una nueva forma de hacer política, con una mirada territorial.

"No hay sanjuaninos de primera y de segunda. Eso lo tenemos claro cuando diseñamos cada proyecto", subrayó en declaraciones a medios locales.

La deuda histórica con los pueblos originarios
Pero el anuncio no termina allí. Ginestar también confirmó que ya fue finalizada la obra para dotar de energía eléctrica a la comunidad huarpe de Aguas Verdes, en el límite entre Sarmiento y 25 de Mayo.

 Son unas 15 familias que hasta ahora vivían con precarios sistemas solares, sin posibilidad de conservar alimentos, sin refrigeración ni conexión a servicios esenciales.

"La obra ya está lista. El tendido llega a la puerta de cada casa, ahora solo resta que cada familia tramite la conexión domiciliaria. El que inicia hoy el trámite, esta misma tarde ya puede tener luz", detalló Ginestar.

El proyecto había comenzado en una gestión anterior pero fue retomado y finalizado por la actual administración.

A valores actualizados, la inversión asciende a unos 2.000 millones de pesos. "Nunca es demasiado cuando se trata de energía, salud o conectividad. No hay forma de ponerle precio a la dignidad de una comunidad", expresó el funcionario.

 Para los pobladores de Aguas Verdes, contar con electricidad implica un cambio radical en su calidad de vida.

No se trata solo de encender una lámpara: es acceso a la comunicación, a la refrigeración de alimentos, a la conectividad, a una escolaridad más digna. En palabras del propio Ginestar: "Es desarrollo humano. Es lo más bonito de nuestro trabajo".

"Traer electricidad a esta comunidad costó cerca de dos mil millones de pesos, pero no hay inversión que pueda compararse con el impacto social que genera", señaló Ginestar.

"Porque acá no hay sanjuaninos de primera y de segunda. Todos merecen el mismo acceso a los servicios esenciales".

 Este avance se inscribe en una política más amplia de integración energética para zonas postergadas, que incluye obras similares en Valle Fértil y una troncal en el departamento Caucete.

Desde ahora, Aguas Verdes deja atrás la oscuridad. La electricidad llegó, y con ella, una cuota de justicia postergada para este pueblo originario.

Aguas Verdes, la comunidad huarpe que resiste en las Lagunas de Guanacache

A 20 kilómetros de la Ruta Provincial N° 319, en una de las zonas más aisladas del departamento Sarmiento, San Juan, vive la comunidad huarpe Aguas Verdes.

Este asentamiento, rodeado por el imponente paisaje semidesértico del Sitio Ramsar Lagunas de Guanacache, combina la resistencia cultural con una nueva apuesta productiva: la apicultura.

 Aguas Verdes no solo es una comunidad; es un refugio de memoria ancestral y biodiversidad. Dentro del humedal reconocido internacionalmente como sitio Ramsar por su importancia ecológica, este grupo de familias huarpes preserva no solo su hábitat natural, sino también sus costumbres, creencias y formas de organización heredadas de sus antepasados.

Con manos curtidas por el sol y el viento, los comuneros han empezado a producir miel originaria. Se trata de un circuito productivo que crece lentamente, pero con raíces profundas. La miel que recolectan se utiliza tanto para el consumo interno como para la comercialización local, representando una alternativa económica sustentable y en armonía con el ambiente.

 Gracias al acompañamiento de programas estatales y de organizaciones de apoyo territorial, la comunidad ha recibido equipamiento, colmenas y capacitación. El objetivo: fortalecer la economía local sin perder de vista la identidad huarpe.

Una cultura que no se apaga
Los habitantes de Aguas Verdes no solo producen; también custodian una historia. Son descendientes de los antiguos huarpes, un pueblo originario que habitó la región antes de la colonización y cuya vida giraba en torno a la pesca, la caza, la recolección de frutos como el algarrobo y el cultivo de papa y maíz.

 Hoy, en sus relatos y costumbres, se mantiene viva la figura del cacique, la centralidad de la familia como núcleo organizativo y las creencias espirituales en deidades como Hunuc Huar, el dios de la montaña. La comunidad realiza encuentros y celebraciones donde se recuperan lenguajes, símbolos y prácticas rituales.

El desafío de vivir aislados
A pesar de su riqueza cultural y natural, Aguas Verdes enfrenta grandes dificultades. La falta de acceso a servicios básicos como electricidad, agua potable y caminos transitables limita el desarrollo cotidiano. Los días se organizan entre la subsistencia, el trabajo comunitario y la lucha por derechos que, en otras zonas, se dan por sentados.

 "El aislamiento físico no nos aísla de nuestra cultura. Pero sí nos complica la vida diaria", expresan con firmeza algunos de los referentes de la comunidad.

Aun así, en este rincón del desierto sanjuanino, las familias huarpes continúan con esperanza, esfuerzo y dignidad, manteniendo vivo un legado que forma parte de la identidad más profunda de Cuyo.

800 millones para la luz en Valle Fértil
En el caso de Valle Fértil, la obra implica una inversión inicial de 800 millones de pesos, y consiste en una línea de media tensión de 13,2 kV, con 11 transformadores y 5 derivaciones, para cerrar el anillo energético que permitirá robustecer el sistema en toda la zona.

INFOVALLEFERTIL te dio la PRIMICIA de tan trascendente obra

"El desafío no es solo técnico —aunque lo es—, sino profundamente humano. Estas familias nunca tuvieron electricidad. Las escuelitas, que son albergues, tampoco. Y hoy se abren los sobres para licitar una obra que cambiará la vida de estas personas", enfatizó Ginestar.

 La obra tendrá un plazo estimado de 270 días desde su adjudicación, por lo que se espera que en el próximo ciclo lectivo 2026, las escuelas ya cuenten con suministro eléctrico pleno.

El caso Caucete: obras para cerrar otro anillo eléctrico
Otra de las obras anunciadas tiene como epicentro el departamento Caucete, donde se trabaja en el cierre de un anillo energético que robustecerá el sistema en toda la zona centro.

El proyecto, que ya tiene una mitad en ejecución, prevé una inversión total cercana a los 3.000 millones de pesos, y se espera que en los próximos 180 días la obra esté finalizada.

 "Estamos hablando de líneas que datan de hace 60 o 70 años. Estas inversiones no solo garantizan servicio, también apuntan al desarrollo productivo de zonas claves, como la del hospital de Caucete y los sectores agrícolas", explicó Ginestar.

La luz como acto de Justicia
La llegada de la electricidad a estas comunidades no es solo un avance técnico: es un acto de justicia social, largamente postergado.

Que recién en 2025 se conecten familias al sistema eléctrico, muchas de ellas pueblos originarios, obliga a repensar el concepto de equidad en el diseño de políticas públicas.

 En palabras de José María Ginestar: "Esto también habla de nuestras prioridades. Porque no hay desarrollo sin energía. Y no hay justicia si hay ciudadanos que todavía viven a oscuras".

Fuente: ZONDA DIARIO