Aberrante: Estiman que el 90% de los sanjuaninos ya comió carne de caballo

La comunidad criolla investiga los robos masivos de equinos. Un investigador asegura que en Chimbas se faenan cerca de 20 caballos por día y que a cada animal le sacan 200 kilos de pulpa, que se la venden a las carnicerías. ¿Hay una red de robo, faenamiento y tráfico de caballos?

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Jorge Aguilera, un sanjuanino de la comunidad criolla que lleva cuatro meses investigando a fondo el motivo de los masivos robos de caballos que se están dando en la provincia.

El hombre asegura que hay una red ilegal de robo y faenamiento de equinos, que los caballos son matados para hacer pulpa de caballo, que es carne molida, y que esta se la venden a un costo mucho más barato de forma ilegal a las carnicerías en casi todos los puntos de la provincia. Hasta afirma que, de los tres tipos de carne molida que existen, la carne molida intermedia es carne molida de caballo mezclada con carne molida de vaca.

Aguilera creó un grupo con personas de toda la provincia para investigar los robos: "Cuatro meses atrás, un grupo de la comunidad gaucha empezamos con esta idea de hacer que se cumpla la ley que ya está vigente desde el año 2004, que protege los equinos y condena a cada uno de los que cometen el delito de robarlos, faenarlos y comercializarlos. La cuestión es que acá en la provincia la ley no se cumple", destaca Aguilera a diario El Zonda.

"Tenemos que hacer que esto se termine; es una cadena muy grande, se comercializa muchísimo la carne de caballo. No solamente lo sufre el movimiento gaucho, sino la gente que trabaja en la tierra, los agricultores y demás. Entran a cara descubierta en las fincas y se roban los caballos, y nadie hace nada", explica el investigador.

"En algunas provincias de la Patagonia hay caballos que se crían para ser consumidos, pero en San Juan no está permitido. En San Juan se debería cumplir la ley que está aprobada a nivel nacional, y la ley se tiene que cumplir", explica Aguilera respecto a la Ley 25.894 que en 2004 introdujo modificaciones al Código Penal de la Nación sobre el delito de abigeato.}

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Si bien este viernes se condenó con prisión efectiva a un hombre por el aberrante caso de faenamiento que se dio a la luz esta semana, Aguilera destaca que la pena fue tal por todos los agravantes y resalta la importancia de trabajr en la aplicación de la mencionada ley. 

En este sentido, destacó que hay varios cementerios de caballos en la provincia que se dan en descampados que están abandonados por la policía, donde los ladrones de caballos y faenadores los tiran en la madrugada cuando nadie los ve. "La policía no hace nada".

"Le sacan toda la carne del cuerpo al caballo; después van toda la carne en el cuerpo, las costillas, los huesos de las piernas, el cogote, todo, y todo eso lo venden como pulpa a las carnicerías. La carnicería lo muele directamente. Se están sacando alrededor de 200 kg de pulpa de un caballo", indica el hombre. "Es un número de lo que nosotros estimamos, pero hay mucha gente que no lo denuncia", agrega.

"Al ser baja en grasa, la carne de caballo no tiene la misma resistencia que la de vaca porque no resiste tanto la temperatura y el frío. Por eso la venden; se contactan y se va pasando el dato de carnicero en carnicero, se arma una cadena de voz en voz. Entonces un carnicero compra, como todo se conoce, se van comentando. Se dicen: "Che, tengo un amigo que me vende pulpa de caballo, ¿te interesa?". Y de ahí se va formando esta red; es en todo San Juan", indica Aguilera.

"Te habrás dado cuenta que pone molida especial a un precio, molida común a otro precio, y molida intermedia. Carnicería que diga que tiene molida intermedia es molida de caballo mezclada con vaca".

"Te puedo asegurar que el 90% de los sanjuaninos ya hemos comido carne de caballo. Antes, en la iglesia Jáchal y en los departamentos alejados casi no se notaba el robo de caballos. Hoy en día se están robando cuatro caballos en esos lugares todos los días, y cuando se faenan cuatro caballos, tienen un millón de pesos; es mucha plata".

En este sentido, el hombre puso en jaque el honor de SENASA  como autoridad controladora de las carnicerías. "Habría que poner inspectores que realmente busquen hacer cumplir la ley en todos los sanjuaninos", disparó, haciendo referencia a que presuntamente "se tapa con plata"  esta situación.

"Me ha tocado de cerca salir a buscar los animales con mis amigos y todo esto me llevó a meterme mucho en el tema, a tratar de hacer algo. Hace 4 meses decidí llamar a los puntos más lejanos de la provincia y armar un grupo para luchar por un proyecto para que la ley sea modificada. La ley está hecha con un cumplimiento de 8 a 10 años de condena, y el autor del delito debe pagar de 3 a 4 veces lo que vale el animal. Y esto no es tanto por el valor en plata que tiene un animal, sino el sentimiento que hay y las cosas que uno comparte con un caballo, y eso es lo más doloroso de cuando te roban un caballo y encontrarte con el resto de una cabeza".

"La gente que más está padeciendo es la gente de San Martín, acá con las chajeritas del Mogote, en el límite conocido de San Juan. Esa gente está padeciendo mucho por el delito porque son zonas que no están cubiertas por la policía y pasan como si nada".

El problema de los robos de caballos en San Juan no solo pone en riesgo la seguridad alimentaria de los ciudadanos, sino que también evidencia una problema de seguridad. Jorge Aguilera y su grupo están comprometidos en visibilizar esta situación y exigir medidas efectivas para proteger tanto a los animales como a los consumidores. Esperan esta semana una reunión en la Cámara de Diputadoas de San Juan para abordar la problemática. 

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