Echan a una maestra tras descubrir que vendía contenido en OnlyFans: el padre de un alumno era suscriptor

Elena Maraga fue separada de su cargo en una guardería católica después de que una madre encontrara que su esposo compraba las fotos de la docente

Mundo25/04/2025INFOVALLEFERTIL INNOVA CJRINFOVALLEFERTIL INNOVA CJR
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El caso de Elena Maraga, una maestra de 32 años que perdió su trabajo en una guardería católica del norte de Italia, ha reabierto el debate sobre los límites entre la vida privada y profesional.

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Todo comenzó cuando una madre de familia revisó el teléfono de su esposo y descubrió que no solo estaba suscrito al perfil de OnlyFans de la maestra de su hijo, sino que además había compartido el contenido explícito en un grupo de WhatsApp de su equipo de fútbol.  

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 La revelación desencadenó un terremoto en la pequeña comunidad. La ofendida esposa decidió hacer público el hallazgo, lo que llegó rápidamente a oídos de las autoridades de la institución educativa. Inicialmente, la escuela optó por suspender a Maraga por un mes sin goce de sueldo, medida que muchos padres consideraron insuficiente.

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Dos semanas después, la dirección dio un paso más drástico: el despido definitivo por "conducta inapropiada" y "daño a la relación de confianza", argumentando que sus acciones contradecían los valores católicos que rigen la institución.  

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La defensa de la docente  
Maraga, visiblemente afectada por la situación, salió al cruce de las críticas con un contundente descargo en sus redes sociales: "Me gusto a mí misma y convertí mi pasión por mi cuerpo en una forma de generar ingresos adicionales.

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Con un sueldo de 1.200 euros al mes, ¿alguien puede culparme?". La docente insistió en que su actividad en la plataforma de contenido para adultos nunca interfirió con su desempeño profesional: "Nunca falté al respeto a nadie, siempre fui puntual y dedicada con mis alumnos. Esto es discriminación pura y simple".  

La maestra criticó además el procedimiento de la escuela: "Nunca quisieron hablar conmigo, solo actuaron con cartas documento. Me despidieron por una supuesta "pérdida de confianza", pero ¿quién rompió esa confianza primero? El padre que compraba y compartía mi contenido privado".

Su caso generó división entre los padres: mientras algunos apoyaron su despido, otros firmaron una petición para que se le permitiera regresar a su puesto.  

Las repercusiones del caso  
El incidente ha trascendido las fronteras italianas, convirtiéndose en tema de debate internacional sobre los derechos de los trabajadores en la era digital.

Expertos en derecho laboral señalan que el caso podría sentar un precedente peligroso: "Si comenzamos a despedir personas por lo que hacen en su tiempo libre, ¿dónde trazamos la línea?", cuestiona el abogado laborista Marco Bianchi.  

Mientras tanto, la guardería mantiene su postura firme: "Nuestra decisión se basa en proteger los valores institucionales", declaró el director en un comunicado.

Por su parte, Maraga evalúa acciones legales y ya ha recibido ofertas de otras plataformas digitales para ampliar su contenido, aunque confiesa que lo que realmente extraña es el aula: "Enseñar era mi vocación, no quiero que esto acabe con mi carrera como educadora".  

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