La Mona Jiménez fue condenado a pagar $300.000.000 de pesos por negar la paternidad de su hija no reconocida

La Justicia de Córdoba ordenó al cantor abonar una suma millonaria y lo reconoció como padre biológico de Natalia Jiménez Rufino, quien también será heredera legal.

Argentina12/06/2025INFOVALLEFERTIL INNOVA CJRINFOVALLEFERTIL INNOVA CJR
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La jueza de Primera Instancia María Virginia Arato resolvió en favor de Natalia Jiménez Rufino, ordenando que La Mona Jiménez pague una indemnización de 300 millones de pesos por daños y perjuicios.

El fallo se fundamenta en el reconocimiento judicial de la paternidad biológica del artista cordobés, hecho comprobado mediante un análisis de ADN positivo realizado años atrás.

 La sentencia marca un antes y un después en un caso que se arrastraba desde 2015, cuando Natalia presentó una demanda de filiación luego de no lograr un acuerdo extrajudicial en una instancia de mediación.

En 2021, el Juzgado de Familia de 8va. Nominación ya había dispuesto la inscripción de Natalia bajo el apellido Jiménez Rufino, pero ahora se consolidó su derecho a ser reconocida legalmente como hija del cantante.

Un largo proceso
El expediente detalla que Liliana Beatriz Echevarría, madre de Natalia, conoció a La Mona Jiménez durante unas vacaciones en Córdoba, cuando tenía 18 años.

Su relación fue breve, pero dio lugar al embarazo. Al descubrirse en estado, Liliana regresó a Buenos Aires, donde tuvo y crió a su hija sola.

Desde pequeña, Natalia supo quién era su padre biológico, pero no fue reconocida públicamente por él ni registrada oficialmente hasta 2021. A partir de ese momento, comenzó el proceso legal para exigir reparación por el tiempo en que fue excluida de su vida y privada de derechos.

Daños emocionales y legales
La sentencia consideró que el comportamiento de Jiménez generó perjuicio psicológico y social a Natalia, quien fue reconocida tardíamente y denunció incluso haber recibido amenazas desde el entorno del cantor tras hacer pública su identidad.

Aunque el artista nunca negó públicamente su vinculación biológica, sí mantuvo una actitud de distanciamiento afectivo y profesional, según testimonios incluidos en el proceso.

Herencia y futuro judicial
Además del monto económico, Natalia se convertirá en heredera legal de parte del patrimonio del artista, algo que puede tener incidencia directa en futuras cuestiones sucesorias.

Aún restan dos instancias posibles de apelación, pero fuentes cercanas al caso indicaron que las pruebas son contundentes: el resultado de ADN, los testimonios y las circunstancias fácticas hacen improbable revertir la decisión en tribunales superiores.

Este fallo refuerza la importancia del reconocimiento temprano de la filiación, evitando situaciones de exclusión y daño emocional que, como en este caso, terminan siendo reparadas judicialmente con costos altos para ambas partes.

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