Baldes del Rosario reclama conectividad

Los vecinos del poblado del norte de Valle Fértil reclaman imperiosamente una conexión segura, tanto de internet como de telefonía. Ésta redundará en beneficio de toda la comunidad, tanto para los alumnos con sus clases a distancia como para el turista que lo visitan, por citar algunos ejemplos.

Valle Fértil 29/11/2020 INFOVALLEFERTIL INNOVA CJR INFOVALLEFERTIL INNOVA CJR
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En la zona rural, la pandemia no alteró tanto las rutinas habituales. El mate cocido a primera hora y el pan recién horneado siguen estando, la peonada va temprano al yugo de las labores rurales y ahí están los atardeceres, ésos de una belleza incalculable. Pero algo cambió, con la suspensión de las clases presenciales en todo el país. Ocurre que la escuela en el contexto de ruralidad es un símbolo poderoso, un bastión educativo y sociocultural, y una referencia nostalgiosa de aquellos viejos buenos tratos: la “seño” es “La Seño” —así, con mayúsculas—, y se la trata de usted; las tareas son la obligación de los chicos y los libros, el ideal del conocimiento.

La escuela rural “física” quedó cerrada, y los alumnos guardados con sus familias en las casas.

Pero la educación rural no paró: muchas docentes de esa modalidad siguieron sosteniendo los trayectos lectivos con lo mejor que pudieron, porque las conexiones de internet son limitadas o nulas, y las señales de los teléfonos también. El claroscuro con la vida urbana moderna, donde con el coronavirus, la virtualidad ha sido lo único que acercó el saber a la gente.

Y he aquí donde se visualizó más la carencia de la conectividad en las zonas rurales. Y un caso palpable es la comunidad de Baldes del Rosario, en el departamento Valle Fértil. uno de tantos en la región.

Los turistas (recordamos que está habilitado el turismo interno) que llegan a un establecimiento de la comarca, bajan sus maletas del coche y, mientras captan los primeros destellos de la inmensidad de la naturaleza que les rodea, lanzan la pregunta que incomoda. «¿La clave del wifi?».  La señal que hay, si es que se puede decir que hay, es de la escuela de la localidad, desde allí se provee de wifi a los lugareños, pero ésta es endeble, regularmente se rompen o averían los equipos, en fin... no brinda la señal como debiera. Tampoco hay señal de telefonía. Para hablar por teléfono, deben transitar unos 5 km. aproximadamente, por Ruta 510, hacia el sur, y arriba de un montículo a la vera del camino, pueden captar señal.

A continuación, el reclamo efectuado vía redes sosicales de una lugareña:

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La idea es pensar o re-pensar, de qué hablamos cuando hablamos de conectividad, en una ruralidad que, además de (des)conectada en el sentido más literal que supone la brecha digital, cuando ni siquiera hay señal de internet ni de teléfono; en muchos casos está, también, aislada -y no solo en el sentido más literal de la brecha territorial; sino en el sentido de una realidad invisibilizada-.

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