Historias de Valle Fértil: "LA MAESTRA DE LA MAJADITA"

La labor docente no siempre es bien reconocida. Aún en la tierra de Sarmiento hay quienes poco valoran al maestro que deja su flia. para llegar a lugares alejados, atravesando ríos y montañas para desplegar su vocación docente en una escuelita de campo. Y cuando cumplió sus objetivos, logrando cambios socioculturales en la comunidad, es trasladado es trasladado a otras escuelas dejándolos en el olvido.

Valle Fértil 27/03/2022 NILDA ELIZONDO DE CORZO
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En las fotos, la Sra. Saso de Bustos, como Supervisora Escolar, inaugurando el nuevo edificio escolar de la Esc. Nac. N* 54,en el terreno por ella donado.

Considero oportuno dar a conocer la historia de una docente hija de maestros sanjuaninos, quien recién recibida en 1940, eligió una escuelita en las serranías de Valle Fértil.

Así llegó como Maestra Directora, (personal único) Doña Delfa Esther Saso, designada a la Escuela Nacional N* 54 de La Majadita, lugar a casi 10 km de la villa cabecera, desplegando una ardua tarea, dando libertad a su vocación de enseñar.

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Teniendo "un caballo" como único medio de transporte recorrió los "puestos" aledaños, inscribiendo niños en edad escolar. Algunos a varios km de distancia, olvidando domingos, feriados y soportando los cambios del clima.

En aquella época unía este pueblo con la Villa San Agustín, una huella pedregosa y zigzagueante rodeada de montes por las crecidas del río en verano. Por ello incentivó a los vecinos a construir un camino mejor, al menos más transitable. Fue un trabajo hecho a pulmón realizado en 2 tramos con herramientas rudimentarios, permitiendo el tránsito de carros, carretas y sulkis. Con el respaldo de la Cooperadora que ella misma creó, abrió y mejoró las huellas de los puestos más alejados, logrando así su único objetivo, la asistencia a clase de sus alumnos.

En 1949, las autoridades de Vialidad Nacional recorrieron el nuevo camino entregándole el "Premio Vial", consistente en una Medalla de Oro y Reconocimiento del pueblo y gobierno por su labor.
Entre las características de su persona sobresalía el empeño con que emprendía sus proyectos y no daba tregua hasta verlos realizados. Por entonces, las escuelas funcionaban alquilando en casas de familias. La Señorita Maestra con su propio sueldo, compró un amplio terreno y lo donó a la comunidad para construir "una nueva escuela y una plazoleta", además de adquirir el mástil y donar una nueva bandera para ser izada en su escuela.

Organizó con sus alumnos, padres y vecinos, una Muestra de elementos encontrados, "usados por los aborígenes de la zona", como arcos, flechas y morteros de piedra, restos fósiles de incalculable valor arqueológico", enseñando a la comunidad a "proteger y valorar sus raíces". También incursionó en investigaciones históricas de los primeros habitantes de la zona y de las sierras, (cuyas copias obran en mí poder). Fue Maestra Alfabetizados sin sueldo, visitando la casa de sus vecinos en sus horas libres.

En 1956, ya casada y con 17 años de antigüedad, sintió los efectos de una enfermedad por beber aguas contaminadas y fue trasladada a la Escuela N* 10 de Albardón, dónde luego fue directora.

En 1963, en su carácter de SUPERVISORA ESCOLAR, la Sra. Delfa E. Saso de Bustos, dando cumplimiento al Plan de Gobierno de eliminar las escuelas rancho. Pudo volver a Valle Fértil a inaugurar "el nuevo edificio escolar en el terreno por ella donado", viendo coronados sus esfuerzos y sueños.

En 1978, ante el traspaso de las Escuelas Nacionales a la provincia (y bajo Régimen Militar), la Escuela de La Majadita pasa a llamarse "Julieta Lanteri".

En 2017 ante la solicitud de mejoras edilicias, el gobierno de José L. Gioja manda a construir un moderno edificio escolar al lado de la escuela, "en el lugar que ella había donado y trazado para la plazoleta del pueblo". El nuevo edificio escolar quedó inaugurado el 02/03/2018 al inaugurar el ciclo lectivo en la provincia.

Estos personajes, enviados solo por Dios a estos parajes serranos, perdidos en la naturaleza virgen, no deben ser olvidados. "DEBEN SER RECONOCIDOS, para que la comunidad, conozca sus aportes que contribuyeron con el lento proceso sociocultural del lugar.

El nombre de la Sra. Delfa Esther Saso de Bustos debe ser reconocido quizás, imponiendo  su nombre a dicha escuela.

Es solo un aporte personal de quién rescató historias y tradiciones vallistas, dónde sobresalen valientes educadores que a lomo de burros, mulas o caballos, costaban por oscuros senderos de las sierras para cumplir su soñada función y deben ser recordados en su lugar de actuación, perdurando como ejemplo para las nuevas generaciones.

Fuente: Diario de Cuyo. Vecinos y Exalumnos de la zona.

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