LIDERAZGO NEGATIVO

Como ya lo sabes, amigo o amiga que lees estas notas, trato de tener una mirada equilibrada, que a veces resulta crítica y áspera para algunos intereses políticos partidarios. De esto se trata el periodismo, el informador o el que se dedica a ver lo que todos ven, y quizás no pueden publicarlo. Pero debemos poner claro sobre oscuro.

Valle Fértil, es un pueblo sin perfil definido, sin producción, pero con muchísima vida política, con mucho palabrerío y especulaciones políticas, que, con tantos años en el poder del mismo color, medio nos convencieron de que todos pertenecemos a un mismo partido, pero lamentablemente, a esta altura de la vida útil del departamento, los pasados y actuales dirigentes políticos no le han dado nada importante. No generaron crecimiento, ni desarrollo, ni sostenimiento, ni producción.

Hasta algunos se dan el lujo de que los sigan llamando representantes y no representan a nadie. A propósito, ¿Adónde andará el concejal especialista en colgarse de las líneas de electricidad publica? Pero no solamente ese señor, hay otros que, con otras acciones, más disimuladas tampoco son dignos representantes del pueblo.

Por citar referencias, en aquellos días cuando se desarrollaba la campaña proselitista y existían las posibilidades de lograr algunos objetivos personales, hubo algunos dirigentes, que se sentían con derechos y que eran parte del gobierno de Sergio Uñac y del gobierno municipal del Valle, también. Especialmente cinco o seis que se mostraban como representantes elegidos por sus partidarios y que son quienes siempre están prendidos colgados o como quieras determinar en tu concepción de lastre o beneficiarios perpetuos.

Pero, en ese orden me pregunto, ¿Cuánto puede aguantar una persona que practica la política partidaria procurando mostrar lo que no es? Seguramente, la respuesta más cercana a la realidad sería la que explica que depende de sus intereses, del monto que le pagan o la estabilidad que pudiere lograr, para si o para su familia.

Me contaron que hace unos días, se convocó a una reunión de quienes deben conformar la mesa directiva del partido centenario de calle Tucumán, (léase Bloquismo Vallista), porque a estas alturas de los acontecimientos aún no hay conducción cierta del bloquismo en Valle Fértil. Y no escribo por escribir, créame.

Según fuentes partidarias, de entrada, la señora que aparentemente no es presidente, pero que ha venido tomando decisiones a su conveniencia como presidenta, abrió la reunión diciendo que ella da un paso al costado y que se quiere sacar el rotulo de “presidenta” de encima, para darle el título de presidente a uno de los personajes, que llegó a concejal y que se creyó que después de la alianza electoral, forma parte del oficialismo del gobierno municipal. Quizás deberían avisarle, que su tarea es controlar al gobierno, en nombre de todos los ciudadanos del departamento y que no debe denostar que “es bloquista”, sino que, (a decir de sus correligionarios), debería demostrar que no es Justicialista. 

Siempre me cuestiono la mirada que se puede tener de la política partidaria, porque cuando se identifican esos pseudos dirigentes, que quizás alguna vez convencieron a alguien de que eran buenos, y que su tiempo de engañar ya está en el pasado, (como su visión y práctica partidaria también), lamentablemente cuando se los critica, se pone en la bolsa a todos sus partidarios y mi cuestionamiento dice, que no debería ser así. Porque ellos tienen esa práctica personal, no es una decisión partidaria y general. Es decir, porque un dirigente, digamos del partido A, que siempre sea un abrojo del Estado, no todos sus partidarios lo son. O que un dirigente del partido B sea un abusador de servicios públicos, no todos sus partidarios lo son. Entonces está mal decir “los” de partido A o B, son todos iguales. 

Dicen los partidarios de la estrella, que la lista unidad de dos líneas bien marcadas del bloquismo vallisto, no es tan unidad y que habría una nueva elección, (que se haría el martes venidero), para elegir la verdadera mesa conductora.

Hay enojo en los partidarios de la estrella, especialmente después de aquella vergonzosa y mentirosa interna que se hizo para ayudar al intendente, ya que se probó con el tiempo, que los candidatos que ofreció el bloquismo como integrantes de la lista oficialista que ganó las elecciones, resultaron electos por justicialistas o empleados municipales obligados a ir votar a cambio de no perder el trabajo que tenían. Esa contienda la pensó un exconcejal y diputado, campeón de vivir colgado y de estar acostumbrado a perjudicar a sus socios políticos, pero bancada esa idea, por el Intendente y el presidente sanjuanino del Bloquismo. Léase, secretario del gobernador.

También dicen en la calle Tucumán que hay muchos bloquistas que no van al partido, porque rechazan profundamente a estas cinco o seis personas que conducen (o se muestran como conductores) y que, aparentemente, quien oficia de presidente, ha manifestado abiertamente que son truchos. Por esta situación aparentemente, parece ser que el martes tratarán de hacer una fumata y verso nuevo, para determinar quién conducirá el comité bloquista vallisto.

Dicho esto, el justicialismo, (que no tiene reunión partidaria desde hace mucho tiempo), está avanzando en poner en consideración de los votantes, a varias personas como precandidatos. 

La diferencia aparente, es que los bloquistas se pondrían de acuerdo y los justicialistas andan buscando llevar cada uno, solito, harina para su costal. Y claro, si en la Nación y en la Provincia, no se ponen de acuerdo, ¿Cómo se van a poner de acuerdo en un departamento tan corto en votos?

Lo que me hace especular, con que, (como el actual líder oficialista no podrá ser candidato a intendente otra vez y dicen que a todos sus allegados les soltó la mano y que les aseguró que será Candidato a Diputado Proporcional), todos aquellos que tienen pretensiones van a luchar entre sí solamente hasta que Uñac baje al pueblo y ponga el dedo.

Por el lado de la Estrella, hay viejos y negativos dirigentes que están buscando irse por la ventana, rapidito y sin ruido. Y le agrego que, tan mal y débil ha dejado la pandemia y los desacuerdo a los justicialistas, que tienen muchos candidatos y ningún nombre que seduzca. Todos los apuntados, algo le deben a la sociedad, todos son criticados por igual, especialmente el actual jefe partidario. 

Sus decisiones de última hora no dejan muchas sonrisas, ya que hay peronistas, que no están de acuerdo y no logran entender porque se ha ensañado con meterse en temas que son muy sensibles a las familias, como por citar un tema delicado el de andar acarreando niños de escuela en escuela. 

Comentan los justicialistas, que no aplauden que se genere peleas entre directores, porque está fomentando desunión en el pueblo, ya que poner colectivos exclusivos a determinadas escuelas, son un peligro para los niños transportados dado que viajan sin seguro y que algunas de las nuevas directoras, usarían “mentiritas piadosas” para convencer a los padres a que lleven sus hijos a esas escuelas, usando como motivo principal el gran esfuerzo del intendente. Para eso también, se prestó la Señora Supervisora, que, por cierto, esa acción ha creado entre sus supervisados cierta desconfianza para con ella. Todo un combo, pensado y pergeñado por la política oficialista.

Con el tiempo, seguramente, la misma señora y el mismo señor jefe comunal, dirán que el Ministerio decidió lo contrario y los niños deberán volver a empezar. Ese detalle de “reinicio” en otra escuela a medio camino, les hace muchísimo daño a los alumnos. Y como dije antes, tenemos muchos ciudadanos vallistos o no, que son pseudos dirigentes, que solamente piensan en sí mismo y no en el bien común y ya es hora de erradicarlos. Y hay algunos padres, que se olvidan de la seguridad de sus hijos, por algún motivo de complacencia personal. 

Son épocas convulsionadas por la economía y por la guerra, aunque cada día que nace, otra vez, abrimos los ojos pensando que ese día nuestras penurias como ciudadanos tendrán dos opciones, o hundirnos más en la miseria y el estancamiento, o luchar a como de lugar para cambiar lo que está mal.