PAN Y CIRCO

El exceso significa que va más allá de la medida o regla. Que sale o se alarga en cualquier línea de los límites de lo ordinario. La escasez es lo contrario al exceso. Es una carencia, un bache, un agujero en la totalidad .

Opinión 31/03/2024 LAUTARO COSTA
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Panem et circenses (literalmente «pan y espectáculos del circo») es una locución latina peyorativa de uso actual que describe la práctica de un gobierno que, para mantener tranquila a la población u ocultar hechos controvertidos, provee a las masas de alimento y entretenimiento de baja calidad y con criterios asistencialistas.

Y vaya que si que esto parece adaptarse a la perfección al Valle.

Se hablaba de que hay exceso en los gastos desmesurados para festejar un aniversario departamental, que no tiene nada para festejar, porque no hay trabajo genuino, no hay un proyecto consolidado ni a corto ni a largo plazo, porque hay solamente parches y muchas injusticias desde lo gubernamental local.

Pero también hay mucha desunión, posicionamientos individualistas, cómo por ejemplo, la que existe entre los prestadores de servicios. Por un lado la nueva Asociación Civil y por el otro lado posiciones caprichosas personales de algunos prestadores de servicios para el turismo. Hace unas semanas el gobierno de la provincia puso todo a su disposición y por mezquindades aún no mostraron ni un triste plan de contingencia.

Las mismas personas que les gusta dividir, solamente critican a autoridades locales y provinciales por igual  y se auto flagelan, por aseverar que no son escuchadas.

No hay nada para festejar y no tengo nada contra la fiesta.

Todas las condiciones políticas y principalmente las económicas, son las que están contra la fiesta. Mucho gasto que, aunque se rasguen las vestiduras después para demostrar números de ganancias "significativos", no es el momento. 

Hay connivencia con el pasado, es decir que el no hacer nada que implique novación, es prolongar el pasado y hacer sobresalir a la gestión anterior. 

Connivencia con los gastos desmedidos, con los dineros mal invertidos con las persecuciones y maltratos al personal municipal y se corona, con el mal sueldo de los propios empleados municipales .

No hay nada para festejar.

Los proyectos por los que se habrían recibido dineros de la provincia, o de programas nacionales, aparentemente, podrían haber sido dibujadas las rendiciones y a la vista está, que el actual mandamás local, no pidió, no pide y ni pedirá rendiciones de ese dinero, supuestamente recibido. 

Y es grave, porque esos montos se exhiben en cartelería que aún no sacaron, por ejemplo de la plaza con los 43 millones de pesos, para juegos que no superan los 15 millones de gastos.

El intendente actual, en silencio. Sus concejales, en silencio. Tanto los 4 propios, como el de la oposición.

Escasez, hay en el agua, lo hay en el circulante de la moneda a diario, de una sociedad que vive a costa de los “buenos favores” municipales, hay escases al por mayor, de propuestas de superación, de proyectos laborales y se va cayendo de a poquito, la imagen con la que arrancó el actual gobierno municipal.

Se dicen muchas cosas negativas del actual mandamás, quien se desvive por tratar de demostrar lo indemostrable. 

Se comenta que a su gestión, la seguiría manejando el ex intendente a través de sus alfiles. Principalmente el presidente del concejo deliberativo y la secretaria de economía y finanzas.

Se dice en esferas del gobierno provincial, que abundan los pedidos de dinero de la municipalidad de Valle fértil, pero le faltaría entereza al intendente por aceptar que le dan más de lo que pide.

Vuelvo y me pregunto por lo de la fiesta departamental, ¿Con qué necesidad gastar tanto? 

Aunque esté de moda decir lo hacemos “con fondos propios”, todos sabemos que no son con fondos propios. El 78% de los habitantes del departamento no pagan impuestos. 

Todos pueden acceder a la información del presupuesto al rubro “Ingresos por recaudación de Impuestos” y no superan los 3,7 millones de pesos. Es decir, el 2 y un poquito más por ciento del valor de la fiesta, se recauda en todo el año.

La sequía atormenta a la poca producción, los propietarios de animales comienzan a vender por 2 mangos, el esfuerzo de muchos años; el mosquito del dengue, ha comenzado a trabajar con su daño y esto es curioso, a pesar que no hay agua. 

Ahora, no hay que dejar de sumar, que apareció un problema más, causado en este caso, por la falta de atención al productor en muchos sentidos, que es la no vacunación del ganado y la falta de control y fumigación de las colonias de murciélagos, que causan rabia paresiante.

La rabia paresiante es una enfermedad epidémica y recurrente causada por el virus rábico transmitido por el vampiro común Desmodus rotundus, que afecta principalmente a los bovinos, a los equinos, con menor frecuencia a otras especies domésticas, al hombre y a algunos animales silvestres. La rabia paresiante es una enfermedad de notificación obligatoria, tanto para los productores como para los veterinarios.. 

Hubieron campañas políticas donde pusieron adelante el relato de “estamos apoyando con vacunación a los ganaderos”. Parece que no fue tanto.

Hay exceso de soberbia y hay escases de humildad y control.

El municipio andaría pidiendo prestado vehículos porque carece de ellos. No es porque no tienen, es porque estarían rotos, en desuso, mal mantenidos y eso, parece que no es importante para el gobierno departamental.

25 años han pasado en el gobierno varios representantes del mismo color político y jamás, se preocuparon por el sistema de riego, por el sistema de abastecimiento del agua potable y ahora conducen un “comité de crisis”, a pesar, que la provincia (supuestamente), habría destinado en los últimos 4 años 1700 millones para obras de infraestructura del agua, según constaría en los estados contables del gobierno que se fue.

Los Vallistos no podemos seguir así. Basta de poco pan y mucho circo.

Los Vallistos nos dejamos convencer en el pasado por relatos y nos seguimos manejando unipersonalmente. 

Aún hay dirigentes electos en ejercicio, que se permiten esas licencias. Es decir, acuerdos de cobertura silenciosa y forzar las internas, siempre y cuando, brillen sus figuras. Patéticos.

Dejemos la joda porque el hambre avanza y no habrá ningún partido político que nos salve.

Cuando el hambre se asienta, comienza la desidia y con eso... las pestes.

Lautaro Costa 

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