NADA DE CAMBIOS

Por como se han armado las cabezas ministeriales y las segundas líneas de mando del actual gobierno de la Provincia, parecería que hay un pacto. 

Por como se han nutrido las terceras líneas de trabajo, parecería un pacto.

Quizás, desde adentro del propio gobierno salgan voces a decir que es un disparate esta hipótesis, pero analicemos.

En el Ministerio de Salud, los cambios no han sido muy sustanciales y dejaron en las direcciones de los hospitales a quienes ocupan esa función desde la gestión anterior, como el caso del Valle, que hace más de 12 años que está la misma persona.  ¿Tan buena es la gestión de la directora? Bueno... eso a criterio de cada uno.

No habría traído entonces, el gobierno entrante “tantos especialistas y técnicos” como se decía.

En el Ministerio de Economía sucede algo similar o peor. Tres o cuatro ajustes y los mismos llevan las jefaturas del monedero del Estado.

En el Ministerio de Infraestructura ni hablar, mucho menos en las dependencias sensibles como Vialidad, Hidráulica, Obras Públicas y otras áreas, para no nombrarlas a todas.

En el caso del Valle, en Hidráulica sigue el mismo responsable desde hace 20 años y no tuvo ni por asomo una gestión brillante ni mucho menos, pero sigue la inacción y encima “asume” la responsabilidad en un comité de crisis del agua. Al menos, se ve irónico.

Lo mismo pasa con el encargado de OSSE. La calidad el agua potable es mediocre y casi peligrosa.

En Vialidad una persona foránea es la responsable y viene de Chimbas, habiendo sido ratificado desde la gestión anterior. Ningún Vallisto, ¿tiene capacidad para ese lugar?

El Tribunal de Cuentas, órgano contralor que se habría prestado  para varias “cositas”, cómo permitirse aprobar adjudicaciones de obras a parientes y funcionarios de Uñac y sus intendentes, ahora, lo maneja elegidos de Uñac.

El Orreguismo ganó en 4 de 19 departamentos y tiene minoría en la legislatura. 

Eso, no debería ser impedimento para un estilo de gobierno que significaría “el cambio” propuesto. Pero el gobierno no arranca y eso fortalece las pretensiones de la oposición. Por lo tanto debe ceder muchas cosas, para que cuando el gobernador proponga, ellos apoyen. ¿Un pacto?

En educación hay un desastre económico y político. La Ministro está rodeada de ex funcionarios Uñaquistas en cargos fundamentales. 

Claro, hay una salvedad, ella misma los eligió. Sigue la misma Directora de Nivel Inicial. Asumió una ex secretaria de educación muy resistida. El cuerpo de asesores es el mismo de De Los Ríos y Trincado. Los directores de finanzas y administrativo, provienen de la gestión de Uñac y Gioja. La encargada de compras viene de la gestión de Gioja. El encargado de Personal y el de Logística, vienen del  periodo de De Los Ríos. Y así funcionan todas las oficinas de educación. Las mismas prácticas de los mismos responsables.

Dicen, que  el Secretario General de la Gobernación “maneja” y digita, los contratos a gusto y piaccere, sin conocer ni un ápice de ningún ministerio en particular y favorece a los que proponen desde la vereda contraria, en desmedro de los propios. 

A los departamentos como el nuestro, no designaron o favorecieron a ninguno de quienes pusieron la cara por los ganadores provinciales. Ahora entiendo al concejal camaleón. Si no le contienen a su gente y el Intendente amigo si, entonces acompaña en todo y se camufla con  el oficialismo local.

Hay muchos dirigentes que patearon la calle para quien gobierna gane y que aún están esperando que los saluden al menos. 

Dicen que ya no les atienden el teléfono, los hacen esperar demasiado tiempo para no darles soluciones en nada y los mandan de vuelta a sus departamentos, con las manos vacías.

Los Uñaquistas, dicen que Sergio Uñac perdió las elecciones por cerrarse demasiado en el último periodo, que no escuchaba a nadie y le daba lo mismo la opinión de sus seguidores.

En comparación con el recién asumido gobernador, dicen los suyos, que está haciendo lo mismo que Uñac, pero en el inicio mismo de su gestión.

Lo esperanzador, que mejor lo critiquen y le sea útil esa crítica, ahora que puede ajustar y no cuando promedie el tiempo de tener que buscar a los mismos dirigentes, para que “defiendan” el modelo gubernamental.

Somos ansiosos los Vallistos, pero más que eso, necesitamos trabajo, respeto y consideración. Y hasta aquí, nada de cambios hubo.

Lautaro Costa