NO HAGAS A OTROS, LO QUE NO QUIERES QUE TE HAGAN

La preocupación de la gente, de mucha gente, no es la política, aunque depende de la política. Es cuánto le va a salir cargar la olla, que es como decir de cuánto será la inflación que aplasta el sueldo, (del que lo tiene), de cómo será diciembre, éste que viene, no el del 2023. Eso, no parece ser la preocupación de la política, que es pelear candidatos mientras los problemas crecen, no se achican. Y falta un año y medio para las elecciones. Para peor, son los que gobiernan los que se pelean por cargos que aún no tienen, pero se creen los únicos con derecho. 

Me estremece la mente, pensar que podría seguir el mismo modelo, bolsones de mercadería que ayudan, sí, pero solucionan muy poco la pobreza, que cada vez es más aterrante y marca un futuro incierto para toda la argentina, pero en el Valle se nota más.

El creador de la convertibilidad, Domingo Cavallo, ex ministro de economía de Argentina, dijo que el gobierno deberá aumentar fuertemente las tarifas eléctricas, del gas y de transportes, para reducir los subsidios económicos un 0,8% del PBI respecto a lo gastado en 2021. Si no lo hiciera, deberá reducir la inversión pública o algún otro ítem del presupuesto. Cavallo es lapidario acerca de las posibilidades del Ejecutivo de revertir o mejorar significativamente la actual situación. “Me resulta difícil imaginar que este gobierno consiga un mejor escenario alternativo, con Guzmán o con cualquier otro ministro de economía que pueda sustituirlo con el actual contexto político”.

Todo es posible y también no. Como no es posible, que el espacio político que gobierna la Argentina, San Juan y Valle Fértil, desde hace más de 20 años, no reconozca la desigualdad, no practique la justicia social que tanto pregonan en las campañas y encima sus dirigentes cada vez sean más egocéntricos y atados a lo que creen, que se debe llegar a la política para vivir y cobrar altos sueldos sin dar las prestaciones que corresponden, a la sociedad en su conjunto. Parecería que esa es la única regla, que ellos ganen, se hagan ricos y la gente sufra y no avance. 

Que algunas calles sigan de ripio y sin pasarle la máquina, puede sostenerse, que la ruta al norte tenga muchos baches a pesar de que viaja mucho turismo y por supuestos, los lugareños, podrían decir que no es su responsabilidad. Que algunos sectores de la Villa San Agustín, Astica, Usno, La Majadita o Los Bretes, no estén bien iluminados hasta lo podemos obviar. Total, la seguridad es lo de menos.

Que las calles que supuestamente deberían arreglar luego de las obras de las cloacas no queden bien, bueno, es parte de lo que hace mal la empresa. Que no limpien jamás las acequias del regadío público de la Villa San Agustín, no es dejadez, es que las acequias de regadío del Valle ya no se permiten y no están de moda. ¿Y cómo se riega el arbolado público?

Que la calle Laprida sea un desastre, también podríamos echarle la culpa a la Empresa de las cloacas. Que la ruta hacia Valle Fértil carezca de cartelería, la culpa la tiene vialidad de la provincia. Que no se pongan los alambrados en la ruta 150, será culpa de Vialidad Nacional. Que se siga permitiendo los lugares llenos de basura y tapiales, donde se abusó salvajemente a una niña, es culpa del dueño. No se puede hacer nada, es un “compañero” el dueño”, ¿Para qué le vamos a exigir que limpie y cierre?

Es mérito total e histórico, hacer una fiesta del Valle, donde además de ser multitudinaria, fue un desastre de salubridad y aseo público. Baños colapsados, mala organización y total falta de servicios para los visitantes, pero ¿Quién dice algo al respecto? Abrieron otro centro de jubilados en La Majadita, se "impone" la creencia de que son los más atendidos, y de paso se aprovecha y se permite que sean estrellas del momento los concejales más cuestionados, unas fotografías y listo. ¿Da para que "figureen"? No se niega el hecho que hacen falta más instituciones, eso sí, sería más saludable que los punteros no sean los conductores, sería mucho mejor.

Hagamos la fiesta para los trabajadores porque se lo merecen y además viene de una pandemia. El pueblo feliz. Pan y vino. Se entregan subsidios a los "amigachos" cercanos, así les toca un pedacito de torta también.

Por asuntos de “representatividad” se pone en la parrilla a un montón de gente, para que los pobladores se distraigan y no visibilicen a los que sufren los embates de las crisis políticas que viven el oficialismo y el bloquismo con sus impresentables dirigentes. En estos momentos debemos poner el foco en la politiquería y no pensar que, en Los Baldecitos, también tienen derecho a ser tratados como buenos ciudadanos de Valle Fértil y que merecen atenciones en la salud, en los servicios y por si no sabes lector amigo, no tienen agua suficiente y la necesitan urgente. La pileta potabilizadora no funciona y los organismos competentes no toman cartas en al asunto, la unión vecinal, al parecer no tendría personería habilitada, como para poder gestionar los arreglos. 

El poder no dura para siempre, se cayeron grandes imperios, cayó Roma, cayó el Imperio Otomano, cayó el Régimen de Sadam Husein, cayó el Tercer Reich (Hitler), está cayendo el kirchnerismo y seguramente, caerán muchos regímenes más, así que deberían prepararse para caer también aquellos que no saben conducir, que confunden la justicia social con engordar sus bolsillos y volverse millonarios con la plata de los demás. Eso no es de vivos y astutos, es de delincuentes. Ya no queda tiempo para enderezar esto, si es como dice Cavallo. 

Ya no queda mucho tiempo como para que CFK le gane a la Justicia, su mayor preocupación, ya no queda mucho tiempo como para manipular en San Juan un nuevo régimen electoral. 

Queda poco tiempo para muchas cosas y sin embargo están tan lejos las elecciones, que en parte deberíamos preocuparnos por diciembre, pero de 2022, a ver si llegamos intactos o llegamos totalmente destruidos.

Llegó muy temprano el hartazgo de muchos, aunque vi una publicación en una de las redes sociales que decía “muchos critican a este gobierno y siguen yendo para hacer cola por las AUH”. Y eso me hizo pensar… 

¿Cómo no van a ir? Si es a lo que acostumbraron a la gente, si no les dan trabajo, los hacen rehenes de planes, bolsones, becas y cuanta cosa más, y por necesidad deben recibirla. La Justicia Social está siendo pisoteada, abrumada, colapsada y destruida. Quizás deberían parar y no hacerles a otros, lo que no les gustaría que les hicieran. Eso, sería justo.